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El novio de Cinthia Fernández llegó a San Luis para defender a un narco que quiso ingresar con droga a la provincia

La visita del abogado no pasó desapercibida por que estuvo acompañado de la mediática. El detenido está acusado de transportar droga desde Buenos Aires para su comercialización en la Villa de Merlo. 

Foto web
El abogado Roberto Castillo y su novia, Cinthia Fernández.

por Catalina Ysaguirre

elchorrillero.com

Actualizada: 23/10/2024 21:10

Roberto Castillo llegó a San Luis para entrevistarse con un cliente que está encarcelado. No es cualquier detenido. Se trata de un hombre que a mediados de junio intentó ingresar droga para vender en la Villa Merlo, valuada en más de $15 millones.

La llegada a la ciudad de San Luis, del abogado penalista que se hizo conocido por defender a personalidades mediáticas, no pasó desapercibida porque su pareja, Cinthia Fernández, compartió su experiencia en las redes sociales.

El 4 de julio, el Juzgado Federal de Villa Mercedes procesó y ordenó la prisión preventiva de Juan Carlos Insúa por el transporte de estupefacientes. Al mismo tiempo fueron imputadas otras dos personas: un hombre y una mujer. El juez Juan Carlos Nacul también lo embargó por $2.250.000.

Ahora está alojado en la Unidad N° 2 de procesados del Servicio Penitenciario Provincial. Tenía una abogada, pero decidió cambiarla. Lo contrató a Castillo y por eso viajó desde Buenos Aires para tener el primer encuentro. Fernández mostró en Instagram su llegada a la cárcel y también la estadía romántica en Potrero de los Funes.

Cuando a Insúa lo detuvo la Policía el 18 de junio en el puesto limítrofe de La Punilla, dijo que era sindicalista. Iba acompañado por Natalia Maricel Amar, una vecina de la Villa Merlo, pero con domicilio real en La Lomita (Villa Dolores). Él, aunque residiría en una localidad porteña, tiene un domicilio en Villa Mercedes.

Cuando los requisaron tenían en su poder un elemento similar a un “ladrillo” que estaba recubierto en forma prismática con cinta aislante de color amarrillo. En su interior contenía una sustancia blanquecina solidificada de similares características a la cocaína, que llevaba impresa la imagen de un delfín, comunicó Relaciones Policiales en ese momento.

El momento en el que Insúa fue detenido en La Punilla. (Foto: Policía)

El “ladrillo” pesaba 1.093 kilogramos, la cual sería suficiente para la elaboración 4.000 dosis de cocaína: puestas a la venta en la calle ascenderían a la suma aproximada de $15.302.000.

A la pareja también se le secuestró dinero en efectivo de curso legal (pesos argentinos), telefonía celular, una pistola calibre nueve milímetros marca Taurus con sus respectivas municiones, documentación varia de interés para la presente causa y el vehículo tipo utilitario marca FIAT modelo Strada.

Secuestros de la Policía.

Esto dio lugar a dos allanamientos que se hicieron el día posterior. Uno fue en la casa de Amar donde habían instalado un “kiosco” para vender la droga. Allí encontraron florescencias de similares características a la marihuana suficiente para la elaboración de 198 dosis: en plata asciende a $661.500. También había $100.000 y una balanza digital con restos de sustancia blanquecina de similares características a la cocaína.

El segundo procedimiento tuvo lugar en Los Molles, donde quedó detenido Héctor Raúl Ramayo. En la propiedad se incautó florescencias de similares características al de la planta de la variedad de la especie cannabis sativa (312 gramos). Surge que sería suficiente para la elaboración de 936 dosis, es decir unos $3.276.000 aproximadamente. Secuestraron una Balanza digital con restos de cocaína, semillas de cannabis sativa (27 gramos), 2 tarjetas de débito a nombre del detenido (con restos de sustancia blanquecina de similares características a la cocaína), un cuaderno con anotaciones varias de interés para la causa y una motocicleta marca Kymco.

Un ladrillo de cocaína secuestrado a la pareja. (Foto: Policía)

Amar y Ramayo están en la misma situación procesal que Insúa. Ella en la Cárcel de Mujeres (instalada en un sector del Servicio Penitenciario Provincial) y él en el mismo pabellón que Insúa.

Las detenciones en La Punilla fueron el punto final de la investigación que había comenzado con la información de que en un domicilio de Merlo se vendía droga, y donde las tres personas resultaban ser sospechosas.

Por las averiguaciones la Justicia concluyó que Insúa era el contacto de Ramayo en Buenos Aires.

Ramayo “en asociación” con Amar e Insúa “habrían convenido el traslado de estupefacientes (cocaína) desde Buenos Aires, con destino final a Merlo, para su posterior distribución y comercio”, sostuvo la resolución del juez.

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